viernes, febrero 17, 2012

¿Está bueno lo que escribís? La mayoría de las veces, no

Tuve una época de mi vida muy lejana en la que yo escribía mucho de la cual ya ni siquiera me acuerdo e incluso me cuesta creer que esa fui yo, ya que lo más importante, y lo más detestable de esa época era que yo creía ser escritora, me pensaba a mí misma como escritora, con todo lo que ello implica, y buscaba por lo tanto relacionarme con gente escritora y de la misma manera creía que algún día publicaría y con seguridad mis libros se venderían, porque yo era una gran escritora, y una muy buena por cierto.

En aquellas épocas no hace mucho ya que solamente tengo 25 añitos, yo solía someter mis textos a una ardua prueba.


Yo quería escribir bien. Yo escríbia bastante bien. Pero yo quería ser... sublime. Yo quería escribir una novela que nadie en este mundo pudiera leer y no caer de rodillas.

Por lo tanto escribía como una enferma y corregía mil veces los textos, una y otra vez corregía los textos hasta que no quedara ni una sola palabrita de más.

Pero lo más importante de esa época, es que cuando le mostraba mis textos a la gente, más allá de que siempre me halagaban y bendecían, admirando mi excesivo potencial para escribir cosas extraordinarias, yo sentía que la opinión de aquellos sucios mortales no me servía en absoluto. La mayoría de las veces no entendían lo que yo había querido decir, y otras veces sólo buscaban que yo los leyera a ellos, es decir una devolución de sus cumplidos.
Cosa que yo hacía
JAMÁS.

Como sea, yo necesitaba mucho de una opinión divina. Necesitaba someter mis textos a la opinión celestial. Pero Dios no existe. ¿Entonces quién podría darme tal opinión en un mundo donde dios no existe y solo existen los hombres?

Bueno, esa pregunta era fácil de responder: pues sencillamente aquellos hombres que alcanzaron a Dios. Aquellos hombres que fueron iluminados. Aquellos hombres que al no existir Dios, fueron ellos mismos, Dios.

HOMERO. DANTE. SHAKESPEARE. GOETHE.

En aquellas épocas yo descubrí un escritor que escribía como yo escribía (hoy diría como "yo quiero escribir"), pero mucho mejor: BUKOWSKI.

Y para mí Bukowski claramente estaba en la categoría celestial.

Fue así que Bukowski empezó a leer mis textos todos los días. Y todas las correcciones. Una por una. Y la mayoría de las veces no estaba muy convencido, ni mucho menos de acuerdo, en que yo debiera publicar, de hecho la mayoría de las veces no tenía problemas en refregarme en la cara lo pésimo que yo escribía, y lo basura que eran mis textos, y que por qué no mejor me conseguía un tipo y entonces quizá un poco de pija y un buen trabajo de moza o prostituta me haría escribir mejor.

Finalmente conseguí el consentimiento de Bukowski y allí fue que empezó la tragedia.

La prueba Bukowsky era sencilla en realidad. Ahora venía lo jodido. Hemingway. Poe. Melville.
Yo leía mucha narrativa estadounidense y quería que mis relatos se unieran al coro de aquellas angelicales voces.

Hemingway. Hemingway!!! Empecé a esquivar todos los posibles encuentros con Hemingway, no quería de ninguna manera presentarle mis textos. Solamente una vez me animé y luego me escapé antes de que él terminara de leerlos.

Decidí entonces obviar a Hemingway.


Y pasé a Poe. Releí algunas cosas suyas para refrescar su estilo y... tuve que desistir.

Tomé a Melville. Fui derechito a mi biblioteca a buscar el volumen de las mejores 600 páginas que yo jamás haya leído en mi vida... y ni siquiera llegué a tomarlo en mis manos.

Ese día me di cuenta de que yo no había nacido para escribir. Yo solo había nacido para leer y esperar lentamente la llegada de la muerte. Me di cuenta de que yo no era Dios, ni siquiera estaba cerca. Y no tenía sentido mentirme a mi misma y vivir una vida obligando a mis amigos a leer las sucias porquerías que yo en mi simpleza, escribía.

Ahora solamente soy una chica y me gusta sacarme fotos en bombacha y subirlas a internet. También me gusta hacer karate y tratar mal a la gente. Me gustan muchas cosas. Pero sé muy bien una cosa:

Yo jamás voy a formar parte de la categoría celestial.

6 comentarios:

Faro dijo...

no digas eso! es re lindo lo que escribís!

Feli dijo...

Jajaja, el desenlace. Me gustó la entrada, señorita! A mí también me gusta escribir, aunque hace años que no escribo algo que no sea personal. Debería volver a los cuentos y a las historias. Y probablemente vos también. Saludos!

Julia... dijo...

Gracias por tu comentario! Me alegro que te haya gustado.
Ahora habiendo leído esto creo que somos almas gemelas literarias xD. Pasé por una situación similar a la que describís acá.

javituar dijo...

No es necesario que corrijas tanto lo que escribis como lo mensionas ya que para eso hay editores que leen lo escrito y le corrigen la gramatica y la mayoria de las veces la ortografia.
Me gusta mucho leer lo que escribis aca y en taringa, sos una chica inteligente e interesante, no te bajonees. :D
javi.

Unknown dijo...

loca!!
volvé a escribirte algo en el blog, tengo ganas de leerte.
dale.

Feli dijo...

¡Volvé!